miércoles, 10 de junio de 2009

El Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, con el poderoso carisma que posee ha logrado conectarse afectiva y emocionalmente de una manera asombrosa con esa gran masa que lo sigue, principalmente seguidores pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad. Esta "conexión" se ha ido solidificando a medida que transcurre su mandato ad infinitum, pero sobretodo porque Hugo Rafael, como lo llaman la mayoría de sus opositores, ha logrado penetrar en esas masas con su propio lenguaje. Es un encantador de serpientes, un verdadero mago de las emociones, un gran comunicador... Desde tiempos de su primera campaña electoral (Año 1998), el Presidente era señalado como "mesías"; con un discurso redencionista y salvador, amainaba voluntades incodicionales. Los elementos religiosos no tardaron en incorporarlos sus asesores a todas sus intervenciones, al descrubrir esa conexión inquebrantable que ocasionaba en las multitudes. En su primera alocución, contamos no menos de 30 citas a personajes religiosos, profetas y pasajes biblícos. Cada vez que atravieza por una situación difícil, el discurso posterior esta lleno de imaginario teo-religioso, como cuando fué "rescatado" del presunto golpe de estado en el año 2002, y mostró con alabanzas, abnegación y perdón el Cristo Redentor que lo acompaño. según él, en esos días aciagos. Profeta o Mesías, Hugo Rafael, ha logrado resimbolizar lo mitíco religioso en el fervor de sus simpatizantes y seguidores.
Ha colocado al servicio de la política venezolana un nuevo mesianismo encarnado por un líder carismático.
Los seres humanos vivimos rodeados de símbolos y misterios que dan vida a nuestra cultura ancestral. Como cuando obervamos la Cruz donde murió cristo, e inmediatamente nos conmovemos y resamantizamos ese acto trascendetal. Un hombre que dió la vida por todos nosotros, merece, no menos, que nuestra fé incondicional. Un líder que encarne el mesías, el Padre protector, el personaje mítico, el profeta que sabe a donde guiarnos, es básicamente un vendedor de ilusiones, de Fé. El Socialismo del Siglo XXI que empuja Hugo Rafael, está lleno de ritos y acciones que se mimetizan para el pueblo soberano y que tienden una alfombra por donde camina ese hombre que está dispuesto a todo por "salvar a la patria"..
Es recurrente oir la frase del Presidente.."mi vida está al servicio de la revolución", o otra como "yo estoy dispuesto a ar mi vida si así me lo exigiera la revolución", desde la primera avanzada bolivariana, el primer mandatario ha manejdo todo un mennage de figuras heroicas, revolucionarias y arquetípicas en la política; el uso frecuente de alusiones a Jesucristo, Bolívar, El Che Guevara, San Martín, o a su padre político Fidel Castro no sorprende a nadie.
El Crucifijo ha sido un elemento mediatizado por Hugo Rafael, como signo o puente entre la vida y la muerte, como una revelación divina que marca el camino de los tiempos.
En esta acción mítica que encarna el discurso del Presidente Hugo Chávez solo hay un héroe o salvador: él mismo.